EL PAPEL DE LA MUJER EN GRECIA Y ROMA


Al hablar de Grecia y Roma hay que mencionar el poder absoluto del hombre y el papel de sumisión de la mujer romana, que necesariamente estaba a cargo de un hombre, generalmente era su padre o su marido, esto se puede emparentar con el riesgo de descontrol de la mujer en el pensamiento griego, además la mujer en Roma debería estar en la casa por razones de estratificación, concebidas en una sociedad patriarcal.

Durante los primeros años de la infancia las niñas se educaban en su hogar y a partir de los doce años se instruían con maestros para aprender a escribir, leer y adquirir algunas nociones de cálculo. Luego se comprometían en matrimonio muy jóvenes, justo en la edad que se convertían en niñas fértiles, generalmente, a partir de los doce años. Por su parte, los hombres podían casarse a partir de los catorce años, aunque lo más común son los treinta. El objetivo principal del matrimonio era tener hijos que perpetuaran la familia, los cultos y costumbres familiares, de ahí, que fuera necesario garantizar la posibilidad de procreación de ambos géneros, este caso se daba en las dos civilizaciones.

Así pues, las mujeres nunca estaban solas e indefensas porque siempre dependían de un hombre que las cuidara (de hecho morían, en muchos casos, antes que el hombre), la esperanza de vida de una mujer en la mayoría de civilizaciones antiguas es muy pequeña, pues se enfrentaban a una serie de dificultades antes, durante y después del parto. Ya casada, la mujer desempeñaba un papel determinante en la conformación de una familia. Sus acciones las ejerce en el ámbito de las tareas domésticas. Dependiendo a la clase a la que pertenecía ejercía diferentes funciones. Supervisaba los esclavos domésticos y podía dedicarse a actividades como el tejido o el bordado, entre otras. También, podía asistir a espectáculos públicos en compañía de su esposo.